Maria Nikolai

Maeva Ediciones

503 páginas

“Tenía el anhelo secreto de lograr, algún día, tener voz y voto en el destino de la fábrica Rothmann, por más que su padre tachara todas sus insinuaciones al respecto de disparates de niña consentida”.

La mansión de los chocolates transcurre a principios del SXX en Stuttgart. A la joven Judith Rothmann le encanta ayudar en la fábrica de chocolates de su padre. Mientras su madre recibe tratamiento de reposo en el lago de Garda, los planes de Judith de dirigir la fábrica chocarán con los valores que intenta inculcarle su padre para que pueda llegar a ser una buena esposa. Su destino es casarse con el hijo del banquero, un hombre al que no ama.

He disfrutado sumergiéndome en la floreciente Stuttgart, en los paisajes del lago de Garda e, incluso, en Venecia. Me ha gustado mucho la ambientación de esta novela que le encantará a los amantes de las sagas familiares y, claro, cómo no, a los apasionados por el chocolate. De todos los personajes, el que más me ha cautivado ha sido el misterioso Victor, quien se ha ido ganando mi aprecio página a página. La trama es un trenzado de historias que componen una novela amena de lectura agradable, en la que encontraréis a mujeres valientes que luchan contra lo que la sociedad quiere imponerles, por lo que también es muy recomendable para regalar, por ejemplo, para el próximo día de la madre.